En el supuesto de incorporar imágenes al documento, es preciso cuidar los siguientes detalles:

Modelo de color: Es preciso que utilicen el modelo CMYK y no el RGB. En prácticamente todos los editores de imagen existentes en la actualidad es posible cambiar de modelo de color.
Resolución: La resolución de una imagen se obtiene dividiendo su dimensión en pixeles por el tamaño en pulgadas de su impresión. En cualquier programa de imagen es posible consultar estos valores, y modificarlos. Es preciso que la resolución de las imágenes para impresión sea superior a 300pp, aunque es recomendable una resolución de 600pp como mínimo.
Formato: Si nos vá a enviar las imágenes en su formato original sin convertirlas previamente a PDF, es importante que utilice un formato sin compresión, o con compresión sin pérdida. Es el caso de los formatos PNG, TGA, TIFF o BMP. Si vá a utilizar el formato JPG, tenga cuidado con el nivel de calidad (que debería configurarse como máxima), ya que aunque no aprecie modificación substancial en la pantalla, el resultado final de la impresión sí puede verse afectado.